Cohousing en invierno y fiestas
Hay momentos en los que el cohousing se viste con los colores de las fiestas.
Es un espacio donde los que vivimos en él disfrutamos de una opción independiente de convivencia pero que a la vez también permite integrar experiencias y hasta las festividades más familiares.
En un ambiente como es el cohousing, donde se decide voluntariamente encontrar un lugar donde poder seguir haciendo vida tranquilamente pasadas las épocas de más ajetreo vital, podremos disfrutar de mayor tranquilidad (si ese es nuestro objetivo) y de buscar nuevas actividades en las que entretenernos, pues hay mil opciones distintas.
Durante las distintas festividades el Residencial se viste adecuadamente y el ambiente festivo también lo empapa. Algunas festividades son familiares y en esas ocasiones algunos de los residentes acuden junto a sus familias pero siempre está la opción de pasar días tranquilos aquí, disfrutando del ocio y haciendo lo que más nos guste puesto que hay mil cosas que hacer en el propio residencial y es que eso no tiene precio.
Hablamos de gestionar el tiempo como queremos puesto que el invierno en una zona tan benigna como el Puerto de la Torre invita a ello. Con un frío de montaña pero sin los rigores de un invierno más duro, con la posibilidad de salir a pasear y desplazarse hasta el paseo marítimo o las localidades costeras a no más de 25 minutos, invita, desde luego, a disfrutarlo con calma.
Al haber actividades tanto particulares como en grupo que podemos hacer (solo hay que ver nuestras redes sociales para comprender que no somos gente que esté quita mucho tiempo y que tenemos muchas inquietudes y pasiones) el cohousing tanto en invierno como en verano se configura como una forma activa de pasar tiempo, de convivir pero con las dosis adecuadas de privacidad, como son los apartamentos individuales, a la vez que las zonas comunes nos dejan disfrutar de esas actividades que queramos compartir.
La actividad es esencial para nosotros en este lugar puesto que entendemos que relacionarnos es mejorar la calidad de vida, conocer gente siempre que apetezca, coincidir y tomar algo, intercambiar impresiones al lado de la ventana mientras fuera arrecia el frío, disfrutando de los rayos de sol a través de la ventana.
En las fechas más señaladas, como las Navidades, podemos elegir si acudir a los núcleos familiares, disfrutar, pasar buenos ratos y ponernos al día, pero sabiendo que el cohousing de Residencial Puerto de la Luz es otro hogar al que regresar y descansar del estrés familiar, un lugar donde reponer fuerzas y que tiene su propio ritmo, su propia forma de entender el tiempo, el ocio y el disfrutar de una vida activa al rimo que le queramos marcar.