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Numerosos estudios confirman que la soledad es la enfermedad del SXXI. Cuando llega la época de la jubilación, son muchas las personas que se encuentran solas y sin saber qué hacer. ¿Qué opciones de residencia tienen? Siempre se recurre a pensar en las tres soluciones habituales: Permanecer viviendo por tu cuenta, ir a vivir con algun familiar o amigo o trasladarte a una residencia. Pero, existe una cuarta opción que aunque no se suele contemplar, es la mejor opción para vivir tu jubilación de una manera independiente y feliz: trasladarte a vivir a un residencial. 

En este post te contamos las numerosas ventajas que te aportará decantarte por un residencial después de tu jubilación. 

¿QUÉ ES UN RESIDENCIAL?

Es un vecindario formado por entre 15 y 35 viviendas, construidas alrededor de un patio o zona peatonal y con el tráfico rodado restringido al exterior. Entre las zonas comunes pueden encontrarse servicios principales como: cocina, comedor público, enfermería, lavandería o incluso gimnasio, pistas de tenis, biblioteca, zonas donde realizar talleres o piscina. 

A diferencia de cualquier asilo, un residencial fomenta un modelo de convivencia independiente, autónomo y en el que se fomente la creación de nuevas amistades con las que vivir nuevas experiencias

PRINCIPALES VENTAJAS DE VIVIR EN UN RESIDENCIAL:

  1. SOLIDARIDAD Y REDES DE APOYO:

La principal ventaja de los residenciales es, sin duda la construcción de una comunidad a medida, es decir, en lugar de que tengas que adaptarte tú al vecindario en el que vivas, adaptarás la adquisición de compra al vecindario que tu mismo prefieras. Podrás escoger vivienda en función de cuáles sean tus preferencias educativas, solidarias y lúdicas, pero sobre todo, en función del estilo de vida que tu desees tener tras tu jubilación.

Numerosos estudios confirman que los lazos y las relaciones que se establecen en este tipo de comunidades y la ayuda mutua que se establece en ellos, facilitan que las personas que se decantan por este modelo de vivienda, sientan una autoestima mucho mayor y tengan una importante red de apoyo en la que sentirse reforzados, y por consiguiente, aumente exponencialmente su calidad de vida. 

  1. COMPARTIR Y REDUCIR GASTOS:

Otra de las grandes ventajas de este modelo, es sin duda la reducción de costes gracias a la colectivización de los servicios comunes. Todo se mantiene entre todos. La previa afinidad de los miembros de la comunidad, permite que la inversión en comodidades sea mucho mayor que la que una sola familia podría permitirse para su disfrute privado. 

cohousing en Andalucía
  1. AUTOGESTIÓN Y PERSONALIZACIÓN:

La clave para que estas comunidades funcionen radica en la implicación proactiva de cada individuo en el beneficio de la comunidad. Todas las decisiones se tomn a través de asambleas en las que cada unidad familiar, siendo copropietaria del total, debe participar activamente. Esto es una ventaja ya que todas las decisiones que se tomen beneficiarán al máximo de miembros del colectivo. 

En caso de que el residencial arranque desde cero, la comunidad podrá decidir libremente las carácterísticas del residencial dentro de sus preferencias y de sus posibilidades. 

  1. ECOLOGÍA Y SOSTENIBILIDAD:

Los residenciales están íntegramente relacionados con la sostenibilidad y tienen un enorme potencial ecológico. Al compartir recursos espaciales, materiales y energéticos se reduce directamente el consumo. Los edificios están construidos teniendo en mente la consecución de la máxima eficiencia energética y el reaprovechamiento de residuos. 

Sin duda, vivir en un residencial es una idea que cada vezes contemplada por más personas gracias a la gran cantidad de oportunidades que ofrece.  Vivir en un residencial permite conseguir un estilo de vida sencillo, respetuoso con el medio ambiente y en el que forjarás lazos y relaciones con los que vivir cualquier etapa de tu vida de la mejor manera y mucho más feliz.