Puede ser su ubicación, o podríamos hablar de los apartamentos, de las ventajas de los socios… pero no. En Residencial Puerto de la Luz creemos que más allá del precio de este cohousing lo que más llama, lo que más convence es la libertad que da, la independencia visible y disfrutable de un entorno ideal con numerosas ventajas inherentes.
Vale, la piscina, en momentos de calor como este verano puede ser algo que convenza, desde luego, pero sobre todo el factor de la independencia con respecto a no estar en medio de calles comerciales, a disfrutar de la vida alrededor de la naturaleza, sí, pero perfectamente comunicados.
Esta independencia es tanto interna como externa.
Es interna porque disfrutas de tu propio apartamento en régimen de cohousing, es decir que no compartes apartamento (si no quieres), sino que tienes tu propio espacio, un lugar en el que disfrutar y poder llevar la vida que quieres. La vida no acaba a los 55, ni a los 65 ni a los 75. La vida es continua y con ella nuestras ansias de disfrutar y poder llevar el ritmo que queramos.
Es el espíritu lo que importa y que nos lleva a poder establecer nuestro ritmo, nuestras formas y nuestra ansia de libertad. Y un proyecto y una vivienda en cohousing es todo eso porque además te da todas las facilidades e instalaciones que puedas necesitar y sin tener que renunciar a nada, ni a tu ritmo ni a tus ambiciones una vez que has pasado las fronteras sociales de la edad.